No es que el Xerez esté para tirar cohetes, pero nada tiene que hacer si encima se topa con un árbitro que aún se lo pone más difícil. En el duelo contra la Ponferradina tuvo que luchar contra un buen equipo y contra el señor David Medié Jiménez. Catalán, para más señas. El trencilla la tomó con el Deportivo. Especialmente en una segunda parte en la que no dio validez a un tanto legal de Lucas Porcar por un presunto fuera de juego que no existió, y dejó al Xerez con nueve. Primero sorprendió con la roja directa a Álvaro Rey en la que se le fue la mano, pues la acción es tremendamente rigurosa. Y luego echó a Mendoza con doble amarilla por protestar.