El Bufete Ortiz Abogados ha informado a través de un comunicado sobre la decisión de la Sección 8ª de la Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Jerez, de condenar a Generali, como aseguradora de responsabilidad civil profesional de MC Mutual, a indemnizar a un trabajador con 130.748 euros “por dejar pudrirse y gangrenarse una fractura de calcáneo sin intervenirla quirúrgicamente”. De esta manera, por tanto, estima parcialmente el recurso interpuesto por Generali y reduce la indemnización de 125.267 euros a 81.235,26 euros más intereses.
Ortiz Abogados señala que la condena “es por las graves secuelas producidas por una falta de abordaje quirúrgico a tiempo de una fractura de calcáneo (pie), que le ha producido de por vida graves secuelas y que quede afecto a una invalidez permanente en grado de total”.
Los hechos se remontan al 1 de febrero del año 2008, cuando, según afirma el mismo bufete, el joven J.A.A.A., natural de Jerez y de 29 años de edad, sufrió trabajando una caída accidental desde un andamio a unos cuatro metros de altura, produciéndose la fractura cerrada de calcáneo y astrágalo. “El problema fue que como la fractura era cerrada, solo se veía el hematoma, y además de la fractura de huesos, los huesos al astillarse le produjeron el seccionamiento y corte de las venas safenas y tibiales”, se apunta en el comunicado. Añade que fue trasladado al Servicio de Urgencias del Hospital de Puerto Real y de allí fue trasladado por su mutua al hospital concertado por ella, San Juan Grande de Jerez.
El relato continúa explicando que el doctor que lo atendió programó la cirugía para el lunes día 4, quedando incluso los consentimientos informados de cirugía y anestesia firmados por el paciente. “Inexplicablemente, llegado ese día, decidió no intervenirlo, posponiendo la intervención sin fecha”, apostilla Ortiz Abogados. Y añade que, pese a no intervenirlo quirúrgicamente, “tampoco intentó tratar de manipular el pie para reducir los fragmentos (reducción ortopédica de urgencia), o bien, emplear agujas de Kirchsner, cosa que tampoco hizo”.
Afirma igualmente que tampoco se le hizo ningún estudio de la circulación sanguínea del pie, “que habría evidenciado que tenía seccionadas las venas safena y las venas tibiales y que no se estaba produciendo la circulación del torrente sanguíneo y que los tejidos entorno y alrededor del calcáneo se estaban necrosando por falta de riego sanguíneo”. Sin embargo, “inmovilizaron y enyesaron el pie, y con ello consiguieron que el color de la piel y la evolución de la fractura pudiera ser observada y lo que al principio era un edema evolucionó a peor y acabó con necrosis parcial del pie”, afirma el bufete, que continúa explicando que “cuando ya el pie empezó a oler mal, el día 20, es cuando se decide trasladarlo por vía de urgencia a sus clínicas de Barcelona”.
Apunta asimismo que al llegar a la capital catalana tampoco pudo ser intervenido de la fractura, “sino que previamente tuvo que intervenir el cirujano estético, quien realizó limpieza y desbridamiento de los tejidos blandos destruidos, necrosados, gangrenados, podridos y cianóticos que rodeaban el calcáneo… siendo intervenido por primera vez el 1 de marzo. Fue reintervenido más tarde una vez eliminados los tejidos podridos, reinjertándole tejido autógeno extraído de su propio contramuslo e injertándoselo en el pie”.
Y va más allá al señalar que “no es hasta 3 meses y 16 días más tarde cuando le interviene el cirujano ortopédico (16 de mayo), realizándole una primera intervención quirúrgicas de artrodesis (la subastragaliana), y de esta operación le quedó una limitación de movimiento de retropié; una segunda intervención quirúrgica de artrodesis (la del calcáneo cuboidea) le quedó una limitación importante del tobillo; una tercera de osteotomía (para eliminar el pie en garra de la que no quedó corregido); y una cuarta de extracción de tornillos canulados”.
Pese a todo, ”a su vuelta a Barcelona ha tenido que ser reintervenido de osteotomía por el servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Puerta del Mar para corregir nuevamente el pie en garra”.
Ortiz Abogados asegura que “ha perdido de por vida la adaptación del pie al suelo y precisa llevar de por vida, plantillas adaptadas termoconfortada y calzado adaptado; con tan solo 30 años ha quedado afecto a una invalidez permanente en grado de total”.