La esperanza y el optimismo se han hecho un hueco importante hoy domingo entre los afectados por las inundaciones. El nivel del río Guadalete, como confirman tanto desde la Junta de Andalucía como los propios vecinos, sigue bajando de forma gradual, evolución que comenzó ayer por la tarde después de alcanzar los seis metros y de que descendiera el nivel de agua desembalsada por el pantano de Bornos.

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María Romo y Rosario Camacho son dos de los nueve vecinos de la zona rural que han tenido que abandonar sus casas en la noche del viernes por la crecida del Guadalete. No es la primera vez que les ocurre, y dormir en el centro de barrio de Las Pachecas, a pocos metros de sus casas aunque en un terreno más elevado, no es nuevo para ellas.

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El río Guadalete ha superado hoy ya los seis metros de altura por lo que se mantiene la alarma en la zona rural de Jerez. Concretamente, como ha informado la delegada Susana Sánchez, la última medición es de 6,02 metros. El agua ha llegado ya a la puerta de las primeras casas de Las Pachecas y a otras dos más en La Corta. Ahora mismo son tres las familias desalojadas, dos en Las Pachecas y una en La Corta, desde anoche. Otra más de esta última pedanía tiene la recomendación de abandonar su vivienda pero aún no la hecho.

El Ayuntamiento de Jerez mantiene activado el Plan de Emergencia Municipal en fase 1. Además de las dos viviendas mencionadas, algunas construcciones agrícolas no habitadas se han visto afectadas por el agua, sin que se hayan ocasionado más daños personales.

El nivel del agua ha seguido creciendo esta mañana en algunos puntos mientras que en otros, como en las inmediaciones de La Barca, ha registrado un ligero descenso que invita al optimismo. Desde la Junta de Andalucía explican que el marcador situado 8 kilómetros arriba de El Portal marca una altura de 6 metros debido a aportaciones de agua muy localizadas realizadas por el arroyo Buitrago, mientras que en algunos puntos como en la Greduela la altura del río ha bajado hasta 10 centímetros y en el marcador ubicado en La Barca de la Florida el descenso en las últimas horas es de medio metro. Las inspecciones realizadas por técnicos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente confirman que el caudal del río está bajando de forma continua y gradual.

En La Ina, como han explicado los vecinos, “sigue la incertidumbre pero el agua está al mismo nivel que anoche”, por lo que han respirado con cierto alivio.

Menos desembalse

El motivo de esa esperanza es que el pantano de Bornos ha reducido la cantidad de agua desembalsada hasta los 130 metros cúbicos (en algunos momentos ha superado los 200), ya que la cierta mejoría del tiempo ha provocado que reciba menos agua. Según los últimos datos de la Junta de Andalucía, este pantano está al 96,4% de su capacidad.

Las mismas fuentes destacan el importante papel que están ejerciendo los pantanos de los Hurones y Guadalcacín, que debido a su gran tamaño están reteniendo gran cantidad de agua. En caso de desembalse, el agua iría a parar al Majaceite, que es afluente del Guadalete, lo que agravaría el desbordamiento de éste. La presa de Hurones se sitúa en eL 93,6% de su capacidad, mientras que Guadalcacín, que recoge el agua del anterior embalse, se encuentra al 88,2%.

Despliegue

La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, que permanece en permanente contacto con la Junta de Andalucía, estuvo anoche supervisando la zona de Las Pachecas junto a los delegados municipales de Seguridad, Javier Durá, Medio Ambiente, Felisa Rosado, y Medio Rural, Susana Sánchez. Esta mañana, desde primera hora, los delegados municipales se encuentran ya nuevamente en esta zona, y continúan desarrollando estas labores de supervisión in situ.

El delegado de Seguridad ha confirmado que los miembros del Plan de Emergencia Municipal, en coordinación con la Junta de Andalucía, están permanentemente controlando la zona inundable así como el nivel del río Guadalete, y se están siguiendo todas las medidas de prevención necesarias.

Hoy ha estado en la zona el delegado del gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, y por la tarde lo ha hecho de nuevo la alcaldesa con varios de sus delegados. Permanecen cortadas 13 vías de la red comarcal de la provincia, sobre todo en Jerez y la Sierra. Asimismo, señala que el tráfico ferroviario en la línea entre Algeciras y Granada, cortada este viernes por la lluvia, se ha restablecido a las 5,00 horas. Los servicios de mantenimiento trabajan para restablecer el tráfico en Jerez (vía de servicio de la A-381, CA-3110, CA-3113, CA-4107), Algodonales (CA-9101 y CA-9109), El Gastor (CA-911), Villamartín (CA-8101), Grazalema (CA-9104), Jimena (CA-8201), Algar (CA-6108) y Torre Alháquime (CA-9120).

Seguirá lloviendo

Aunque no hay decretado ningún tipo de alerta y el cielo está casi despejado, la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología es que seguirá lloviendo en las próximas horas aunque en menor cuantía que la semana pasada. Afortunadamente, un mejor pronóstico suele reducir la cantidad de agua desembalsada del pantano de Bornos, que es la que termina desbordando el Guadalete a su paso por las zonas más bajas de la campiña.

Isabel García, delegada de alcaldía de El Portal, por su parte, es cauta: “No sabemos si esto se va a complicar. Los vecinos están advertidos, siguen pendientes para cuando la Guardia Civil y Protección Civil decidan actuar. Se espera mucha agua…veremos a ver”

El Ayuntamiento asegura que mantiene el nivel de emergencia 1 y no pasa el 2, pero los vecinos de la zona rural no le quitan ojo al río Guadalete. Desde el Consistorio se está trabajando en la prevención en caso de empeorar la situación. Si se supera la capacidad de atención de los medios y recursos locales de la fase 1, el plan pasaría a situación 2 en la que se activarían los medios disponibles en la provincia y la dirección del plan sería responsabilidad del delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía.

Federico Fernández, delegado territorial de Medio Ambiente, inspeccionó ayer la zona junto a la alcadesa de Jerez, María José García-Pelayo: “Somos prudentemente optimistas. Ha habido lluvias muy fuertes, con 400 metros cuadrados en menos de una semana, pero ante esto hemos tenido la capacidad de las presas de Bornos y Guadalcacín, que han retenido el volumen de agua. Ha fluido entorno a 900 metros cúbicos por segundo, pero solo han llegado 150 o 200. También hay que destacar la labor de prevención llevada a cabo en 2012, que ha facilitado el desagüe. Creo que no se dan las condiciones para que no se den episodios graves”, mantiene Fernández.

Los embalses están en torno al 98%. Ha habido algunas fincas agrícolas afectadas porque están por debajo de la cota del río y son fácilmente indudables. También se han visto afectadas algunas carreteras, pero los vecinos han estado informados. María José García-Pelayo confirma que las carreteras cortadas son la de La Ina y la que va desde Torrecera a Paterna y lanza un mensaje tranquilizador: “Cruz Roja lo tiene preparado por si hay que hacer desalojos, pero esperamos que no”. La confederación hidrográfica ha proporcionado una máquina para romper el azud de El Portal y que el agua fluya.

El olor a humedad empapa las paredes del mesón El Cartujano, ubicado en pleno corazón de Las Pachecas y, por tanto, en zona de alto riesgo de inundaciones. Sus propietarios han sobrevivido a dos riadas de impacto, aunque los daños fueron tan cuantiosos que no quieren ni rememorar aquellos días. En una de las ocasiones el negocio, que es su sustento familiar, llegó a estar cerrado casi un mes debido a las consecuencias del temporal. Ahora, miran al cielo con escepticismo pues, aunque de forma oficial las autoridades intentan tranquilizarles asegurando que no se llegará al nivel máximo de alarma, la experiencia les dice que deben estar preparados para lo peor. Por ello, uno de sus trabajadores y pariente de la propietaria, Luis Corral, levanta los manteles de las mesas y pone las sillas en alto, para que si llega el agua de sopetón no les coja desprevenidos. Leer noticia completa

Las consecuencias del temporal comienzan a hacerse notar en el casco urbano. Tras los dos derrumbes sufridos en viviendas antiguas y con las miras puestas en la zona rural, ha sido un colegio de Primaria el que ha sufrido inundaciones que han obligado a la dirección a cerrar dos aulas de Infantil. Así lo han confirmado algunos de los padres afectados a este medio, mostrando su indignación por las precarias condiciones en las que el alumnado se está viendo obligado a recibir sus clases. A primera hora de la mañana, el profesorado ha comprobado cómo en las dos aulas se ha flitrado agua desde el techo empapando las paredes y el cableado eléctrico, lo que las ha convertido en inhabitables. Es por eso que el director ha tomado la determinación de cerrarlas y reubicar a los menores.

En uno de los casos, una clase de 5 años ha abandonado su aula para ocupar la biblioteca dejando espacio a los más pequeños, mientras que el resto se ha instalado en el comedor. A juicio de los progenitores, esta solución es del todo inapropiada puesto que el citado recinto carece de pizarras y material escolar general, por lo que se preguntan qué podrán hacer los niños durante tantas horas allí metidos. Y es que el problema se prevé largo, ya que como explican tendrán que acudir unos técnicos al centro para evaluar los daños y determinar si existe un peligro para los alumnos. Además, temen que si las lluvias continúan el riesgo se extienda a todo el centro educativo, como ya ha ocurrido en el colegio El Santiscal de Arcos, donde se han suspendido las clases ante las inundaciones que se prevén en los alrededores.

Protección Civil mantiene preparado desde ayer el dispositivo de actuación en caso de inundaciones en la ribera del Guadalete. En los últimos días ha crecido el nivel del río debido a los desembalses de Arcos y Bornos, sobre los que ha informado puntualmente la Delegación Provincial de Medio Ambiente a las autoridades municipales.

De momento no se prevé ninguna intervención ya que el desembalse está controlado e incluso ha disminuido.

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Ante el temor de los vecinos de la zona rural a que puedan repetirse este invierno las inundaciones del año 2009 por el desbordamiento del río Guadalete, la Delegación Provincial de Medio Ambiente asegura que “aunque quedan trabajos por hacer, ya se ha hecho lo más importante para evitar inundaciones”. Recuerdan que “se ha actuado en más de 30 puntos del cauce en lo que ha supuesto una “intervención histórica”.

Los trabajos comenzaron en septiembre de 2010 y han continuado durante los dos años siguientes. En las últimas cinco décadas, tres factores han contribuido a que el río no presentara las mejores condiciones para grandes avenidas de agua: la intensificación de la agricultura, la implantación de hasta 76 explotaciones de canteras para extracción de áridos y la propia regulación de la cuenca por la construcción de grandes embalses. El resultado fue que el corredor fluvial del Bajo Guadalete se redujo en un 30 % y la anchura del cauce activo en un 75 %, habiéndose incrementado notablemente (más del 300 %) la cobertura del bosque de la ribera, en el que predomina hoy la especie invasora del eucalipto rojo. Ante este panorama, la intervención en 9 kilómetros del cauce y en las desembocaduras de los arroyos Salado y Buitrago se centraron en la retirada de 20.653 árboles (un 95% de eucaliptos rojos) y 71.000 metros cúbicos de sedimentos, con una inversión total -como ya se conocía- de unos 800.000 euros.

No obstante, hay que recordar igualmente que hay zonas que resultaron afectadas que están catalogadas como inundables por propia naturaleza y no aptas para la construcción.

El azud, para 2013

Una de las principales reclamaciones de los vecinos de la zona es la terminación de las obras del azud de El Portal, que siguen paralizadas. La intención de la Junta de Andalucía es acabarlas para el 2013. Se trata de una importante infraestructura que mejorará sensiblemente la evacuación de avenidas en Jerez, ya que dispone de un módulo de compuertas abatibles.

Hay otros proyectos en diferentes estados burocráticos, como explican desde Medio Ambiente. Por ejemplo, “se han redactado los proyectos de intervención integral en el Guadalete a su paso por Jerez; de eliminación de eucaliptos en todo el Bajo Guadalete ; y de ampliación del cauce del Guadalete a su paso junto al Peñón de la Sierrezuela (Salto al Cielo) en prevención de futuros desprendimientos; proyectos que se encuentran actualmente pendientes de dotación presupuestaria”.

FOTOS: mismo tramo del río, antes y después de los trabajos de limpieza de la ribera.

Que llueva más o menos no significa lo mismo para todos los jerezanos. Los habitantes de las tierras inundables de la zona rural miran ya con preocupación los partes meterológicos y observan el paso de las negras nubes sobre sus cabezas recordando los duros momentos que vivieron hace tres años, cuando el río no soportó la apertura de compuertas y se desbordó echando a perder cosechas y anegando muchas casas a su paso.

La reclamación es común en todas las poblaciones de la vega del Guadalete: que se acometan ya las obras necesarias para evitar nuevas inundaciones. “Han pasado tres años y todavía no se ha actuado lo suficiente para impedir que nuestra zona se convierta en una piscina cuando llueve”, explica la delegada de Alcaldía de La Ina, Mónica Castellet. Las pedanías y barriadas afectadas están uniendo esfuerzos y ya han celebrado varios encuentros de trabajo para analizar la situación aunque lamentan que “solo se acuerdan de nosotros cuando llueve, el resto del año parece que hay cosas más importantes”, como explica Susana Bustos desde Las Pachecas. Las noticias e imágenes de lo que ha ocurrido en las últimas semanas en otros puntos de Andalucía y del resto del país a consecuencia de las fuertes lluvias no hace sino acrecentar el miedo de estos vecinos.

Todavía hay destrozos causados por las inundaciones de hace tres años que no se han arreglado. Es el caso del muro de contención del colegio de La Ina, desplazado por un corrimiento de tierras. El centro mantiene valladas sus pistas deportivas sin que, de momento, haya noticias de su reforma.

En El Portal, otro de los puntos débiles, los vecinos ya se preguntan si este año se abrirán las compuertas. Ante la previsión de que pueda seguir lloviendo y, en consecuencia, suba el nivel de los pantanos, su delegada de Alcaldía, Isabel García, se va a poner en contacto ya con Protección Civil para mantenerse informados con antelación ante posibles alertas.

En la misma barriada, Diego Almodóvar confirma la preocupación vecinal : “Desde Unión Rural vamos a reclamar mediante escritos a la Consejería y a la Delegación Provincial que se ejecuten las obras pendientes en tres puntos principales del río para evitar inundaciones”, asegura. Insiste en que “no es una gran inversión y se tenían que haber hecho ya”. Aunque destaca que “está lloviendo poco a poco y la tierra lo está absorbiendo bien”, el temor a que empeore la situación no desaparece.

Ecologistas en Acción está haciendo también un seguimiento al problema del río a su paso por estas poblaciones junto con las barriadas y pedanías de la zona. “Se han hecho trabajos de limpieza y eliminación de vegetación no autóctona. No son suficientes pero están en la línea de lo que debe hacerse”, explica José Trujillo. Recuerda, igualmente, “que hay casas en terrenos donde no se debía haber construido nunca”.