Hoy el Xerez dice adiós a una década dorada en el fútbol profesional. Sin duda alguna, los mejores, de los 65 años de antigüedad con los que cuenta la entidad, ¿durará muchos más? No lo sé. No dudo al decir que será hoy cuando tristemente el club descienda a Segunda División B, al menos matemáticamente ya que a nivel de implicación y moral descendió hace muchas jornadas. Tras 24 jornadas sin ganar me resultaría extraño que, precisamente, lo hiciera este viernes. Es más, aún está a tiempo de hacer historia en el fútbol profesional y pulverizar los 28 partidos que estuvo sin ganar el Sevilla Atlético en la temporada 2008-2009, pudiendo llegar a los 30 partidos sin conocer la victoria.
Y es que para el Xerez CD, descender a la categoría de bronce del fútbol español es, si me lo permiten, un mal menor. No es la primera vez que el equipo desciende a dicha liga, de hecho, otros equipos lo hicieron y volvieron al fútbol profesional.
Sin duda alguna, lo peor que le ha ocurrido a este equipo es la indiferencia, hastío, tedio, desolación, cansancio, hartazgo o el aburrimiento que los dirigentes y el propio equipo han provocado en la parroquia azulina. Ante Las Palmas 2.291 xerecistas acudieron a Chapín a ver un nuevo esperpento. Después de la derrota ante el Alcorcón, a ver cuántos valientes acuden esta noche a ver en directo el descenso de su equipo ante el Córdoba en lugar de verlo por televisión. Duele descender, pero más duele aún hacerlo de la manera que lo está perpetrando este equipo.
Pero cómo les digo, no me preocupa el descenso, me preocupa el poco futuro que tiene el club. En condiciones normales, en un club normal, desde el sábado, la secretaría técnica debería ponerse a planificar la plantilla para el próximo año en la nueva categoría. Pero en el Xerez, ¿quién está capacitado para preparar la próxima campaña? ¿Seguirá Miguel Ángel? ¿Quién decide? ¿Qué presupuesto tendrá el club? Y lo que es peor, ¿de dónde va a salir el dinero para pagar todo eso? Teniendo en cuenta que prácticamente se ha de empezar desde cero ya que, al parecer, la mayoría de los jugadores poseen una cláusula en la que se extingue su contrato si el club pierde la categoría.
De verdad, no quiero ser pesimista pero, a día de hoy, Joaquín Morales, con su esbirro Rafael Mateos, que tiene más alternativas para dejar la presidencia que el “Venturita” o Ricardo García (Energy) liderarán el nuevo proyecto en Segunda B. ¿Éstos son los que tienen que poner el dinero para pagar los distintos aplazamientos, Hacienda, Seguridad Social, salarios, etc? ¿Éstos son los que deben evitar la desaparición de un club con 65 años de historia? Sinceramente, éstos son los que nos han jodido la vida a los xerecistas. Estamos en manos de dos grupos. Unos, como ya dijo Morales, aunque tuviera dinero, no iba a poner ni un duro más en el club y otros, amparados bajo una empresa posee un capital social de 3.000 euros. Eso sí, ha hecho una vaquita y ha logrado reunir 500.000 euros. Vamos, que para una “conviá” en una venta tienen. ¿A que adivinan el nombre de la venta? Ese es el devenir próximo que le espera a la entidad. ¿Cómo pretenden engañar nuevamente a la afición? ¿Cuántos socios renovarán su abono con semejantes sinvergüenzas al frente de la entidad? Sintiéndolo mucho, el Xerez, ahora mismo, no tiene futuro, aunque me duela reconocerlo.