Don Ruperto Pozuelo se levanta cada día a las 6,15 horas de la mañana y a las ocho, como un clavo, está en el colegio, rodeado de jóvenes. Este profesor salesiano tiene 91 años y no falta un solo día a su cita con las aulas, a pesar de que lleva jubilado desde que cumplió los 75 y no tuvo más remedio. Mientras atendía amablemente a Reporteros Jerez en el Lora Tamayo, el pleno del Ayuntamiento de Jerez aprobaba la concesión de Hijo Adoptivo de la ciudad para este entrañable docente cordobés. El acto de reconocimiento se celebrará el 1 de febrero y es todo un acontecimiento para la comunidad educativa salesiana.
“En los años que yo llevo aquí, la juventud ha cambiado como cambia la sociedad. Antes vivían en una sociedad menos adelantada y menos libre y eran más sumisos y obedientes. Hoy los jóvenes tienen más cultura. Son buenos muchachos”, asegura el profesor con una envidiable lucidez física y mental. “Es un don de Dios”, asegura el religioso. Pero don Ruperto tiene una pena y es “ver a los chicos desempleados. Si no estudian con entusiasmo es porque ven el porvenir que les espera. Antes las empresas esperaban a que terminaran de estudiar para contratarlos y ahora no tienen ese aliciente”, lamenta. En los 40 años que lleva en Jerez (60 en total a la enseñanza) miles de chicos han aprendido los secretos de la mecánica de sus palabra por lo que los talleres son su espacio favorito del centro.
Se ruboriza cuando se le recuerda que será nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad en unos días: “Yo no lo quiero para mí sino para la congregación y para los que han trabajado conmigo tantos años. No sabía nada hasta hace poco, me lo han tenido oculto”, asegura. Mientras recorre los talleres va describiendo la maquinaria, las diferentes labores que hacen los estudiantes y lo que enseñan los profesores más jóvenes. No se cansa de aprender y las nuevas tecnologías no le pillan desprevenido. “Me gusta la fotografía y el vídeo y siempre voy con mi cámara, que es pequeñita pero hace de todo”, cuenta.
“No hay nadie en el colegio ni en Jerez que no conozca a don Ruperto”
“Don Ruperto ha calado en el colegio y en toda la ciudad. Ha dedicado toda su vida a los jóvenes y sigue haciéndolo”, asegura el director del colegio, Antonio García. A lo largo de esos 40 años de enseñanza en el centro de la avenida Don Bosco, “ha estado muy presente en la concesión de nuevas especialidades de Formación Profesional para el colegio”. Hoy, el Lora Tamayo tiene mil alumnos desde Educación Infantil hasta Grados de FP y Bachillerato.
Y los mejores elogios le llegan de los alumnos: “Es una persona muy llana, siempre tiene una sonrisa en la cara para nosotros”, aseguran Pablo Lebrón, Adrián Sánchez y Sergio Peña, de último curso de Bachillerato. “Nos llama la atención verlo aquí todos los días con lo mayor que es. Aunque no nos ha dado clase nunca, siempre nos pregunta cómo nos van las cosas”, cuentan.
Cincuentenario del colegio Manuel Lora Tamayo
El reconocimiento a Ruperto Pozuelo llega justo el año que el colegio celebra el Cincuentenario de su fundación. Muchos son los actos que se reparten a lo largo de todo el curso para conmemorar la efemérides, desde cenas benéficas a convivencias pasando por misas de acción de gracias, jornadas pedagógicas y una fiesta de antiguos alumnos.