En el Centro de Educación Infantil y Primaria Pío XII están tristemente acostumbrados a que de vez en cuando alguien salte un pequeño muro situado en el exterior del edificio y se adentre en el colegio, para simplemente ‘pasear’ por sus instalaciones o cometer alguna trastada. De hecho, la fachada ha sido objeto de grafitis en innumerables ocasiones, pero no ha sido hasta ahora cuando el asunto ha adquirido un cariz tan grave que el director del centro, Marcos Serralvo, se ha visto obligado a acudir a la Comisaría. Como ha explicado él mismo a este medio, hace una semana el portero se percató de que unos desaprensivos habían vuelto a entrar en el colegio y habían llenado los pasillos, baños y paredes interiores de pintadas obscenas, llegando incluso a dañar grifos y otras infraestructuras. Leer noticia completa