El olor a humedad empapa las paredes del mesón El Cartujano, ubicado en pleno corazón de Las Pachecas y, por tanto, en zona de alto riesgo de inundaciones. Sus propietarios han sobrevivido a dos riadas de impacto, aunque los daños fueron tan cuantiosos que no quieren ni rememorar aquellos días. En una de las ocasiones el negocio, que es su sustento familiar, llegó a estar cerrado casi un mes debido a las consecuencias del temporal. Ahora, miran al cielo con escepticismo pues, aunque de forma oficial las autoridades intentan tranquilizarles asegurando que no se llegará al nivel máximo de alarma, la experiencia les dice que deben estar preparados para lo peor. Por ello, uno de sus trabajadores y pariente de la propietaria, Luis Corral, levanta los manteles de las mesas y pone las sillas en alto, para que si llega el agua de sopetón no les coja desprevenidos. Leer noticia completa