Los vecinos de Vistalegre y San Telmo no ganan para sustos. Después de denunciar el reiterado robo de cables que ha dejado sin luz muchas calles de la barriada, ahora se tienen que enfrentar -y encima, en la oscuridad- a la ausencia de las tapas de las pocetas, lo que supone un evidente peligro para los viandantes.
Una quincena de tapas de arquetas falta ya en la calle Diego de Riaño y en la avenida de la Unión Europea. “Y el Ayuntamiento no es que no las reponga, sino que no viene siquiera a señalizar los boquetes para evitar peligros”, lamenta un vecino de la zona, Óscar Cosano. Por eso, este jerezano advierte a otros barrios de la ciudad que ya están sufriendo apagones por el robo de cables de cobre porque el siguiente objetivo son las pocetas: “Si las llevan enteras a las chatarrerías, con el escudo del Ayuntamiento, no se las compran. Pero rotas sí”.
Esta misma semana, el delegado de Presidencia y primer teniente de alcalde, Antonio Saldaña, ha explicado que solo el año pasado se repusieron “hasta 40 kilómetros de cable” que habían sido robados. Se da la circunstancia, además, que la ciudad está en pleno proceso de cambio de empresa concesionaria del alumbrado, lo que ralentiza aún más la resolución del problema. “Tenemos que estudiar la disponbilidad presupuestaria que tenemos para reponer lo robado antes de que entre la nueva empresa”, ha asegurado. La semana próxima, según el responsable municipal, habrá noticias al respecto.
Tapas de farolas y de contadores de agua
Además de los cables subterráneos, los ladrones fuerzan las tapas de las farolas dejando la calamina dispuesta para provocar cortes al que se acerque demasiado. “Pagamos por tener un alumbrado que no tenemos y no nos lo descuentan del recibo”, reclama Cosano. Los cacos han diversificado sus objetivos y ahora están desapareciendo también las tapas de los contadores de agua, que son de hierro.