Es verdad. El que diga que el Xerez está descendido, está faltando a la verdad. Ahí Carlos Ríos tiene toda la razón del mundo. El problema parece ser que al técnico sanluqueño le cuesta diferenciar ese cariz metafórico que envuelve gran parte del debate futbolístico. Ya que sí, es cierto, el Xerez no está matemáticamente descendido, pero por desgracia le falta poco, muy poco. De hecho, o los azulinos son capaces de realizar lo imposible o en el mejor de los casos la temporada que viene el cuadro jerezano competirá en el grupo IV de Segunda División B.