A finales del siglo XIX, los historiadores no se ponen de acuerdo para datarlo con certeza, Don Manuel María González, el fundador de Gonzalez Byass compró la finca que conocemos hoy por El Altillo, debido a que se encontraba en un bello cerro. Rodeada de naranjos y viñedos, la finca se destinó a casa de recreo familiar, por lo que se la dotó de grandes jardines y arboledas. Además disponía de una ría en cuyo centro se situaba una isla. A veces los mas pequeños se divertían paseando en balandro por ella. Leer noticia completa