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El Ayuntamiento, a través de la Delegación de Urbanismo y Movilidad, que dirige Agustín Muñoz, ha restringido un tramo de aparcamientos de la calle Medina en respuesta al interés de los comerciantes y vecinos de la propia calle.

La medida tiene el objetivo de impedir la venta de objetos de ilícita procedencia a las puertas de un establecimiento de compra-venta de artículos de segunda mano ya que, según denunciaron los vecinos y comerciantes de la calle Medina en la Mesa Local de Seguridad, se estaban dando casos de conductores que estacionaban sus vehículos junto a la entrada del citado comercio y desde el mismo procedían a la venta de sus objetos a los viandantes.

Ante tal situación, la Policía Local en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía estableció un plan especial para perseguir la venta de objetos de dudosa procedencia en tal zona. Cabe destacar en este aspecto que es legal la venta entre particulares de objetos propios mediante acuerdo económico o trueque mientras que es ilegal la venta de objetos robados o de procedencia ilícita.

El segundo teniente de alcalde y delegado de Personal y Seguridad, Javier Durá, entiende que “hemos respondido a lo planteado en la Mesa Local de Seguridad y trasladado a Movilidad lo que los vecinos y comerciantes nos han planteado. Se ha adoptado esta medida disuasoria de prohibir el aparcamiento para impedir que haya “mercadeo” de presuntos objetos robados o de procedencia ilícita a las puertas de un establecimiento de compra-venta de artículos de segunda mano que indudablemente uno de los más perjudicados con esta práctica”.

Los comerciantes y vecinos de la calle Medina, como explica el delegado de Urbanismo y Movilidad, Agustín Muñoz, “en la solución a esta problemática nos plantearon la prohibición de estacionamiento bien con una zona de parada de taxis o con la colocación de balizamientos. Estaban de acuerdo con la adopción de una u otra medida los comerciantes y vecinos, y así lo firmaron por escrito”.

Según las fuentes municipales, finalmente se ha optado por el balizamiento “dado que la ubicación de una parada de taxis no resolvería el problema porque los vehículos con la finalidad de vender sus objetos podrían tener espacio en esta parada en caso de ausencia de taxis, aún estando prohibida la parada y el estacionamiento en esta nueva zona”.

La Policía ha realizado la enésima intervención en lo que va de año en el ‘negocio paralelo’ que un grupo de ciudadanos rumanos tiene montado en la calle Medina, en torno al establecimiento de segunda mano Cash Converter. Durante la tarde, tres patrullas de la Policía Nacional se presentaron de improviso en el lugar y la estampida fue generalizada, según testigos presenciales. Fuentes del Cuerpo confirmaron que los agentes pidieron la identificación a algunos de los presentes y lograron aprehender varios objetos supuestamente robados. Como explicaron estas fuentes, el grupo en cuestión aprovecha el emplazamiento del local para hacer lo propio a las puertas del mismo, ofreciendo productos a un precio irrisorio que despiertan las sospechas del más pintado.

Así, por ejemplo, se dedican a vender las conocidas como ‘tablets’ a 50 ó incluso 25 euros, cuando su precio de mercado puede rondar los 400. El negocio parece que va viento en popa, pues son muchos los que se benefician de este trapicheo; no obstante, hay que tener en cuenta que si los agentes interceptan la venta no solo apresarán al ‘propietario’ de la mercancía presuntamente robada, sino también al comprador por un supuesto delito de receptación.

Las mismas fuentes han confirmado que la Policía ha realizado esta intervención ante la importante ‘alarma’ creada entre los vecinos y los comerciantes de la zona. Mientras que los primeros se quejan de ruidos y de la existencia continua y descarada de este tipo de trapicheos en plena vía pública, los segundos van más allá y denuncian la competencia desleal que todo ello supone y la “mala imagen” que aporta al centro, perjudicando a un sector que pasa por horas bajas. Los agentes, por su parte, continuarán cercando el lugar cuando sea necesario, aunque no se muestran muy optimistas con respecto a poder erradicar esta práctica por completo. El tiempo lo dirá.