La Virgen del Valle Coronada, que hoy cumple el cuarto aniversario de su coronación canónica, ha sido esta mañana protagonista de un rosario de la aurora que ya se ha convertido en una tradición consolidada de la ciudad, pese a su juventud. Y lo es gracias a la generosidad de sus hermanos, que prefieren nutrir las filas del cortejo antes que aprovechar la oportunidad para disfrutar de la dolorosa. Ayuda también que hoy, durante toda la jornada, esté expuesta en jornada de besamanos la dolorosa de San Telmo en su sede canónica, un motivo más para comprender los motivos por los que la Virgen del Valle se apellida coronada desde hace ya cuatro años.
Vestida primorosamente por Fernando Barea, la Virgen del Valle recorrió las calles que la separan del convento de Madre de Dios pasando por la Plazuela, lugar que presentaba un aspecto inusualmente tranquilo. Los cofrades de San Telmo, rezando el rosario, condujeron a su Madre hasta la parroquia para después volver hasta su templo, lugar en el que ya está expuesta la Virgen del Valle en besamanos. La junta de gobierno ha dispuesto un servicio de bar con precios populares para que los hermanos y devotos de la dolorosa puedan almorzar en la misma casa de hermandad.