La hermandad de la Defensión ha decidido retirar del culto al Santísimo Cristo de la Defensión. La cofradía, de manera preventiva, asumió anoche la responsabilidad de estudiar, de manera pormenorizada, la situación actual de uno de los crucificados más importantes de nuestra Semana Santa. La corporación estaba preocupada por la situación del crucificado, que presentaba algunos desperfectos en la policromía y en zonas puntuales de su estructura, lo que decidió a la hermandad a contratar los servicios de profesionales que estudiaran la actual situación de la imagen. La retirada del culto se produjo anoche, en un acto íntimo de la hermandad que preside Antonio García-Figueras Romero.
Aunque la situación no es preocupante, la hermandad ha decidido retirar del culto al crucificado para que los expertos puedan examinar con detenimiento cada centímetro de la talla, de manera que se pueda hacer un estudio exhaustivo de la situación del crucificado, obra de Esteve Bonet, uno de las más singulares de cuantos procesionan en la Semana Mayor, tanto por su calidad, como por su estética cuidada y estudiada. El Cristo de la Defensión se sostiene sobre cuatro clavos, y mantiene la dulzura propia de los crucificados de su época neoclásica, no exenta de realismo.
La hermandad tiene previsto reponer al crucificado al culto a lo largo de esta semana, una vez que los restauradores hayan examinado con detenimiento la imagen y diagnostiquen los daños que pueda tener. Será entonces, ya que no está contemplada una intervención sobre la talla en estos momentos, con un estudio concienzudo de la talla sobre la mesa, cuando la hermandad de la Defensión decida si necesita intervenir la imagen o no, en una nueva demostración de la corporación nazarena del Martes Santo de conservación de patrimonio y respeto escrupuloso de la normativa diocesana.