Mientras que, en general, el número de usuarios de los servicios escolares ha bajado este año en torno a un 10% de media, la cifra de alumnos sentados a la mesa en los comedores escolares de Jerez ha crecido en más de un centenar. En total, son ya 4.331 los menores que hacen uso de este pilar del Plan de Apertura de centros solo en la ciudad.

Esta cifra, lógicamente la más alta de toda la provincia ya que Jerez es la localidad con mayor número de alumnos y colegios, supone una inversión de 1.912.000 euros al año por parte de la Delegación Provincial de Educación, casi 200.000 euros más que el pasado curso. Hay que tener en cuenta que prácticamente la mitad de los comensales tiene una subvención del 100%, es decir, que no paga nada por almorzar cada día en el colegio debido a la renta familiar y otros parámetros que se tienen en consideración para la concesión de la ayuda.

El 75% de los alumnos que come en sus centros tiene algún tipo de bonificación, que oscila entre el 10% y el total. Concretamente, con respecto al año pasado se ha incrementado el número de niños becados con el 42% del coste del comedor de 229 a 241 aunque la subida mayor se ha producido en la subvención del 100%: el año pasado eran 1.954 los alumnos que no pagaban nada por el servicio y este año son 2.141.

Sin instalaciones nuevas

A pesar del aumento de usuarios, la comunidad educativa jerezana no ha estrenado este año ningún comedor nuevo. Queda pendiente, eso sí, la construcción de algunos como por ejemplo, el del CEIP Poeta Carlos Álvarez, que forma parte de un plan de la administración andaluza aunque los trabajos aún no tienen fecha de inicio. Mientras tanto, los menores de este centro que necesitan el servicio de comedor siguen siendo transportados cada día desde las aulas hasta el centro cívico de El Zagal en autobús.

El servicio de comedor, así como las aulas matinales y las actividades extraescolares, han experimentado una notable tendencia al alza en los últimos años debido a la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar. Esa tendencia se ha visto frenada e incluso se ha invertido con la llegada de la crisis y la pérdida de muchos puestos de trabajo.