Llevan mes y medio sin luz en muchas calles de la barriada y ya no pueden más. Los vecinos de Vistalegre ya no saben a qué puerta llamar para que atiendan sus avisos casi diarios, una situación que se repite en otros puntos de la zona sur debido a una oleada de robo de cableado. Hay avenidas y calles enteras sin una sola bombilla como Unión Europea, Tío Juane, Obispo Cirarda, Diego de Riaño y la propia Cuesta de San Telmo.
“Lo único que va quedando ya es el cableado antiguo que va por las paredes de los bloques, lo que está soterrado se lo llevan todo”, asegura uno de los vecinos de la zona, Óscar Cosano, que señala que a la caída del sol la barriada se convierte en “la boca de un lobo”. Los vecinos ya conocen el sistema que siguen los cacos: rompen arquetas y desconectan los lineales por la noche y, al día siguiente a plena luz del día, grupos de menores de edad van sacando los cables. “En una ocasión desconectaron media calle la noche de un viernes, otro trozo el sábado y el resto el domingo. Si la empresa no acude a conectar de nuevo el suministro, pese a nuestras llamadas a la Policía y al Ayuntamiento, al día siguiente desaparecen los cables”, explica.
El Consistorio ha repuesto y reforzado las arquetas saqueadas con cemento y soldándolas pero eso no es impedimento para los ladrones, que terminan destrozando las losas aledañas y cumpliendo su propósito. Los vecinos avisan a Policía Local y a diversas áreas del Ayuntamiento, como Infraestructuras y Urbanismo, pero “no hacen nada y siguen los robos”. Según este vecino, “hasta 20 kilómetros de cable se han llevado”.
Además de no evitar los actos delictivos, los vecinos reclaman al Ayuntamiento que reponga las arquetas rotas puesto que suponen un peligro para los viandantes: “No ponen siquiera unas maderas para tapar los agujeros”, indica Cosano.
Reunión en el Ayuntamiento
Aunque está solicitada desde octubre, no es hasta el próximo martes 18 cuando los vecinos, acompañados por representantes de la Federación Solidaridad, se van a reunir con responsables municipales para intentar atajar este problema. “Deben poner una patrulla de vigilancia que controle los apagones de las calles”, sugiere este vecino, “hasta que pase esta oleada de robos”.
Estos robos de cables suponen un desembolso para las arcas municipales ya que, por ejemplo, han tenido que reponer “hasta cuatro veces” el alumbrado del centro cívico de San Telmo.