La Fundación Andrés de Ribera sigue atravesando una delicada situación. El presidente de la Diputación Provincial, José Loaiza, se ha referido hoy a su gravedad argumentando que “si no llegamos a poner una importante cantidad de dinero, se habrían llevado los relojes del museo hace 15 días. No se pueden imaginar cómo han dejado la fundación”.
La institución arrastra una importante deuda con Hacienda que está ralentizando el cobro de las nóminas de los trabajadores, que apenas llegan a los 20.000 euros en conjunto. Como ha explicado la alcaldesa, María José García-Pelayo, “los embargos provocan que haya que pagar hasta 300.000 euros a Hacienda antes de abonar los salarios”. Otro ejemplo de la dejadez a la que las administraciones han sometido a la institución es que “la plata que ahora se expone en Los Claustros estaba arrumbada, sucia y abandonada”, ha detallado la primera edil.
El objetivo, según mantienen los dos responsables políticos, “es que el Museo de Relojes y la Fundación se autofinancien. No puede ser que las adminstraciones públicas mantegamos equipamientos que se podrían valer por sí mismos”. Así, a lo largo de este mes de enero habrá noticias sobre el plan de viabilidad.