José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, firmó un decreto en recientes fechas por el que, “teniendo en consideración la entrega paternal y fructífera que Benedicto XVI ha tenido en su Pontificado”, formulaba su deseo que, desde ese día y hasta el próximo 28 de febrero en que causa efecto su renuncia al frente de la Iglesia universal, en todas las parroquias y lugares de culto de la Diócesis se ofrezcan celebraciones de la Eucaristía en acción de gracias.
El prelado, que señala tenga lugar cuanto pide por medio de este decreto aplicado “por la vida y el ministerio del Santo Padre, implorando así mismo al Señor abundantes gracias para la nueva etapa que comienza en su vida como pastor”, invitó a toda la diócesis a unirse con él en oración en la celebración de la eucaristía que tuvo lugar ayer, domingo domingo, a las doce del mediodía, en la iglesia parroquial de San Miguel. Lo hizo con ocasión de su participación presidiendo la función principal de instituto de la hermandad pontifica del Santo Crucifijo de la Salud, quien ha dedicado todos los días del quinario en sus intenciones por la figura del Santo Padre, Benedicto XVI.
El prelado ha recordado también a todos los sacerdotes que desde el momento en que la Santa Sede esté vacante, en el canon de la misa no se hará mención nada más que al Obispo Diocesano del lugar hasta que sea conocido el nombre del nuevo Pontífice. Y ruega, del mismo modo, “para que el Espíritu Santo ilumine al Colegio Cardenalicio reunido en el Cónclave para la elección del Sucesor de Pedro”.