“Yo dimito porque hay parte de la afición que ha dicho que no está de acuerdo conmigo y no tengo que aguantar que nadie esté de acuerdo conmigo”. Rafael Mateos ultima sus últimas jornadas como presidente del Xerez antes de que pida de manera oficial su dimisión como mandatario azulino, aunque ha expuesto sus argumentos a algo que parece irrevocable.

“Si fuera mi empresa podríamos debatir más cosas, pero en un club en el que estoy voluntariamente yo me retiro de manera voluntaria”, incidía el empresario jerezano, quien añadía que “cuando el ritmo de los resultados nos lleva a la zona baja de la clasificación muchos nos ponemos nerviosos y si comentan que Mateos se tiene que ir, Mateos  se aparta y ya está”.

Mateos, que quería dejar claro que va “por libre, ni soy de Morales ni soy de la Fundación”, recuerda la manera en la que se hizo cargo del club: “En el consejo, a la hora de elegir presidente, los consejeros estaban de acuerdo en que fuera yo, pero yo no quería ser presidente. Por ser jerezano y demás me votaron a mí y he intentado llevarlo lo mejor posible, aguantar muchos chaparrones y problemas, dando la cara, pero me enorgullece algunas cosas que hemos hecho, como que hayamos solucionamos algunos problemas con la Seguridad Social, por ejemplo”.

Además, Mateos señalaba que ha querido llevar “una transparencia dentro del club y es lo que he intentado”, destacando que “los contratos que se han ido haciendo son asequibles, pero los de ahora, no los de los concursales, que ahí estaba Antonio Millán de presidente. Podríamos haber incordiado, pero para qué. Una vez vistos los resultados a la hora de mirar los contratos se ha desbaratado mucho, pero años atrás se han pagado caro a muchos jugadores y eso ahora se ha abaratado”.

Asuntos pendientes

Sin embargo, el todavía presidente del Xerez quiere arreglar algunos asuntos antes de salir de la entidad azulina, como el bloqueo de Hacienda y que está ahogando económicamente hablando a la entidad: “Es un tema que me encantaría solucionarlo, sería un éxito. Fui al Ayuntamiento una vez y no voy más ni voy a entra en este tema. Hay que pasar página y encontrar otras soluciones, otra viabilidad”.

La otra pata del banco que quiere solucionar Mateos antes de su salida es el embargo existente por la Seguridad Social con algunos exconsejeros: “Queríamos ir con la Seguridad Social  en una línea de pagos, pero en una notaría están esperando una copia para enviar a la Seguridad Social. No se ha hecho, pero seguimos con los pagos, es decir, que se fían de nosotros, pero qué pasa, que creen que vamos a desaparecer ya y esa confianza ha desaparecido”.