Madre Coraje cargó esta semana el contenedor número 300 que la ONGD envía a Perú desde su creación en 1991. El envío de estos 300 contenedores ha supuesto apoyar en 22 años a más de 500.000 personas con el envío de más de 5 millones de kilos de alimentos, medicamentos, jabón, material escolar, libros, ropa, material sanitario juguetes, etc… valorados en más de 44 millones de euros, el equivalente a 730 millones de las antiguas pesetas.
Para la celebración del evento, tras la carga del contenedor, tuvo lugar una amena jornada de convivencia en las nuevas instalaciones de Madre Coraje en Guadalcacín, entre personal voluntario y empleado de las delegaciones de Jerez, Sevilla, Madrid, El Puerto, Puerto Real, Cadiz, Córdoba, Málaga. El presidente, Antonio Gómez, dio unas palabras de agradecimiento a todos los presentes por el compromiso hacia la Misión de la Asociación.
La ayuda humanitaria que envía Madre Coraje va más allá de una emergencia puntual, provocada por catástrofes naturales o conflictos bélicos. Se centra en acciones de emergencia continua provocadas, entre otros aspectos, por desplazamientos por parte de la población de la sierra y la selva peruanas en busca de mejores condiciones de vida, formándose en los núcleos urbanos de la costa numerosos asentamientos humanos, donde la población se encuentra hacinada, en precarias condiciones de salubridad e higiene. Provocando a su vez, desempleo, violencia, desestructuración familiar, desnutrición, etc.
Aunque el Índice de Desarrollo Humano (IDH) haya aumentado y haya un aparente crecimiento económico, las zonas marginales a las que Madre Coraje ha apoyado desde sus inicios, continúan padeciendo las consecuencias de su situación de pobreza y vulnerabilidad. El crecimiento del IDH sólo ha servido para aumentar la brecha de desigualdad social entre la población peruana.
Otros proyectos
Madre Coraje también se ha preocupado por apoyar con Ayuda Humanitaria a programas y proyectos de desarrollo que, aparte de cubrir las necesidades básicas de las personas más vulnerables, luchan por el empoderamiento, la capacitación y el crecimiento económico de la población, acompañado de la denuncia por la injusta realidad del mundo. El apoyo persiste siempre y cuando la situación de emergencia permanezca hasta que puedan recibir el apoyo del estado o de otras instituciones locales y puedan salir de su situación de emergencia.
El Área de Ayuda Humanitaria, además de cooperar con Perú, colabora en España en primer lugar, en la mejora del Medio Ambiente: mediante la recogida, clasificación y reciclaje de aquellos productos contaminantes, como el aceite vegetal usado, con el cual se fabrica jabón que se envía a Perú; o las medicinas, las cuales se clasifican por fechas de caducidad y se envían a Perú (eliminando las inservibles). En segundo lugar, participa en la promoción de voluntarios encargados de la recogida, clasificación y embalaje de toda la mercancía. Su trabajo como voluntario les ayuda a sentirse realizados personalmente, descubriendo el valor de la solidaridad al trabajar por los más desfavorecidos.
La Asociación Madre Coraje, y en especial el Área de Ayuda Humanitaria, no podrían cumplir sus objetivos sin el voluntariado y sin el compromiso de la ciudadanía en el reciclaje. Actualmente más de 1.000 voluntarios y voluntarias dedican parte de su tiempo a la clasificación y embalaje de toda la mercancía recibida en las diferentes delegaciones.
Es importante resaltar el valor social y rentabilidad que tiene nuestra ayuda humanitaria. Con 3.000 euros que vale el transporte marítimo, estamos enviando ayuda valorada en más de 200.000 euros.