Lejos de los regalos materiales, tan necesarios para un evento de las características de la coronación canónica de la Esperanza de la Yedra, los cofrades del Santo Crucifijo de la Salud, así como los feligreses de la parroquia de San Miguel, han decidido regalar una gracia espiritual, un don inmaterial ante la inminente coronación canónica de la dolorosa.
El Santísimo visitará a la Esperanza, y con Ella, a todos los cofrades de la Plazuela. A todos los que pronto verán a su dolorosa con una corona de oro ceñida sobre las sienes. Será, en cierto modo, devolver la visita, puesto que hace escasas fechas, la dolorosa de la Madrugá estuvo en la que siempre fue su parroquia, la de San Miguel, para celebrar unos cultos extraordinarios que acercaron relaciones entre las dos corporaciones, así como con la parroquia que dirige Ángel Romero Castellano.
“Este año teníamos un enorme deseo que casi considerábamos una obligación: acudir a la capilla del Santísimo Cristo de la Yedra, antiguo titular de nuestra parroquia, para compartir con nuestros hermanos y amigos de la hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, la alegría de la coronación de María Santísima, y qué mejor manera de compartir esa alegría que acompañando y rindiendo devoción y honores a Cristo vivo en su recorrido por las calles de nuestro barrio”, afirma Luis Cruz de sola, hermano mayor de la hermandad del Santo Crucifijo, en un comunicado remitido a los hermanos de San Miguel.
La propuesta de la hermandad ha sido compartida y aceptada por el director espiritual y párroco, quien de manera “inmediata y feliz” acogió la iniciativa. “Intentaremos entre todos que sea algo especial, que el barrio entero se vuelque y participe, que San Miguel sea el centro de Jerez durante unos días, para homenajear a Dios presente en la eucaristía, para participar en el gozo de la esperada coronación de Nuestra Madre”.
Un nuevo aliciente, por tanto, para disfrutar en la mañana del 9 de junio de la presencia de Dios vivo por las calles del barrio de San Miguel.