En los últimos días, la Comisaría ha recibido un aluvión de denuncias relacionadas con robos de móviles a menores ocurridos en su inmensa mayoría en la zona norte de la ciudad.
El Altillo, la avenida León de Carranza, avenida Andalucía, Hacienda el Polo y Las Adelfas son solo algunas de las calles y urbanizaciones en las que han sucedido estos hechos, que han puesto a la Policía sobre la pista de un grupo de jóvenes de entre 16 y 18 años que se dedica a estas tropelías. Así lo han confirmado a este medio fuentes del caso, explicando que los asaltantes suelen moverse en bicicleta y cuando observan a una ‘presa fácil’ no dudan en lanzarse sobre ella, amenazándola con un arma blanca.
Las víctimas están siendo chicos menores de edad, potencialmente vulnerables y que llevan teléfonos de última generación, que es el objetivo primordial que persigue la banda. Todo apunta a que su fin último sería el de revender la mercancía en el mercado negro e incluso ofrecerla a establecimientos de segunda mano, lo que se ha convertido en una práctica muy habitual entre los delincuentes de la ciudad. Según las mismas fuentes, en todas las denuncias las víctimas, que suelen ir a Comisaría acompañadas de sus progenitores, señalan la presencia predominante de un chico rubio con barba y de otro muy moreno, que en algunos casos es descrito como de raza negra.
Por el momento, estos delitos que se encuadran en la tipificación de robos con violencia, no han conllevado daños mayores ya que los jóvenes asaltados tienden a replegarse a los deseos de la banda con celeridad, dada su indefensión y el miedo que les despiertan, aumentado por el arma que suelen esgrimir sus integrantes. Sin embargo, la Policía no descarta que esos empujones a los que los chicos han sido sometidos y esa intimidación inicial puedan llegar a tornarse en algo más peligroso, por lo que aconsejan a los menores de la zona que extremen las precauciones y huyan ante cualquier presencia que pueda resultar sospechosa.