La Policía Nacional ha desarticulado en los últimos días un importante grupo dedicado a la introducción y distribución de hachís, desde el norte de África hasta el interior de la península teniendo su base de operaciones en Jerez , ciudad donde recibían a las “mulas”, personas que transportaban la droga en su interior hasta los inmuebles que tres de los  detenidos tenían dispuestos en la ciudad andaluza. En estos lugares los correos expulsaban la droga de su organismo y acto seguido se manipulaba y preparaba para su posterior venta, tanto en el propio Jerez y localidades cercanas como en el resto de Andalucía e incluso la transportaban o enviaban a diversos lugares repartidos por todo el territorio nacional.

Introducían  hachís desde el norte de África

Durante el último mes los investigadores de la Comisaría de Jerez tuvieron constancia de la posible existencia en la ciudad de una organización compuesta por ciudadanos españoles y marroquíes dedicada al tráfico y distribución de sustancias estupefacientes.

Las pesquisas policiales consiguieron identificar al los miembros del grupo así como las distintas funciones que ejercían dentro del mismo. De esta manera se descubrió que el cabecilla de la banda era un joven, J.L.J.M., natural y vecino de Jerez, de veintiocho años de edad, quién junto a otros dos hombres, también españoles, dirigían la organización. Esta red tenía dispuesta la actividad de tal manera que recibían en Jerez a los ciudadanos marroquíes que transportaban en el interior de su organismo la droga para poder superar los controles en la frontera, los alojaban en inmuebles que tenían habilitados para que pudieran expulsar la sustancia. Posteriormente la trataban y manipulaban para pasar a su distribución a través de pequeños traficantes, “camellos”, tanto en la propia ciudad de Jerez y en localidades cercanas, como en otras provincias españolas.

Una vez identificados los implicados y descubiertas las ubicaciones que utilizaban para la manipulación de la droga se llevaron a cabo las detenciones y los registros domiciliarios que dieron como resultado la incautación de la sustancia y  de los útiles que usaban para su envasado. A los detenidos se les han intervenido tres vehículos, uno de ellos de alta gama, diez teléfonos móviles, una máquina industrial de envasado con la que plastificaban las dosis de droga para disponerlas para su venta en la vía pública y 7.130 euros en metálico.

La Autoridad Judicial ha decretado el ingreso inmediato en prisión para ocho de los imputados quedando una novena en libertad con cargos a la espera de juicio al encontrarse en avanzado estado de gestación y con otro niño a su cargo.