La salida de Carlos Orúe del banquillo del Xerez Deportivo FC es un secreto a voces que la propia plantilla azulina ha querido desvelar y sacar a la luz. El divorcio entre técnico y jugadores ha ido a más a lo largo de la temporada y ayer mismo se pudo concretar el cese del que ha sido primer entrenador en la historia del club jerezano.
La directiva del club se reunía y debatía sobre cómo hacer oficial algo que querían haber tapado hasta que el preparador jerezano, intervenido el sábado y aún de baja, estuviera presente. Una opción imposible una vez que la distancia entre las partes explotó tras la semana de Feria y la disputa del último encuentro de Liga.
Pepe Ravelo, presidente del club, defendía ayer en la Cadena Ser que en la directiva tienen “la conciencia tranquila porque hemos escuchado a todas las partes, me he reunido con Carlos más de dos horas, con la parte técnica, con los jugadores, la directiva también, estamos informados de todo lo que está ocurriendo en el club”.
Hay que recordar que Orúe tiene un contrato laboral con el Xerez Deportivo FC de carácter indefinido y para extinguirlo sólo es necesario un acuerdo entre las partes. Una vez tomada la decisión de prescindir de él, unos y otros tendrán que solventar el tema cuanto antes para dar vía libre a la contratación de un nuevo entrenador. Que Orúe no va a continuar es una decisión ya tomada, aunque ahora queda concretar el cómo.
Desde hace meses, la relación entre Orúe y muchos de los jugadores de la plantilla es nula y no se oculta que “el problema de convivencia es grave”, lo que ha afectado incluso a jugadores de la cantera que se han negado a entrenar con el primer equipo en varias ocasiones.