13 de junio de 2009, 20.50 horas, calor, Chapín lleno, banderas azules y blancas vistiendo Jerez y hasta un Minotauro azulino. 13 de junio de 2013, 20.50 horas, también calor, pero nada engalana la ciudad ni el Minotauro se viste de nada. Sopor, espera, desilusión y nervios. Del cielo al infierno en cuatro años. El Xerez celebra hoy un aniversario triste, el del ascenso a la gloria, el del corto, pero imborrable, paso por la Liga de las estrellas. Cuatro años desde aquel partido ante el Huesca que, con goles y Vicente Moreno y Carlos Calvo, llevó al conjunto azulino a lo más alto del fútbol español de la mano de Esteban Vigo.
Ahora el cuadro se pinta de otra manera. El equipo, tras pasar por el proceso concursal (más de 30 millones de euros dejó de deuda el paso por Primera de la entidad azulina), se mece entre la continuidad en la tercera categoría del balompié patrio o la desaparición después de más de 60 años de historia. Deudas, malos balances, querellas, demandas, sueldos engordados… Muchos motivos han llevado a que, cuatro años después de aquella fecha para no olvidar, muchos no tengan razones para celebrar absolutamente nada.
Vicente Moreno era el capitán de la nave y el autor del primer gol del Xerez en esa cálida tarde. “Nos mirábamos y sabíamos lo que nos había costado llegar hasta ese momento”, reconoce el valenciano, quien tenía claro que había que lograr el objetivo: “Había mucha gente que había esperado muchos años esperando ese momento, y no lo podíamos desperdiciar”.
“Es una fecha marcada con tinta de oro”, destaca el valenciano, quien no duda en afirmar que aquel ascenso fue “uno de los días más felices de mi vida en lo profesional y también en lo personal, siempre que llega junio me acuerdo”. Y no es para menos, Moreno señala que “se nos hizo todo muy largo, las últimas horas, los últimos días… Como siempre en el Xerez, hasta el ascenso fue algo díficil, aunque se tenían que dar muchas circunstancias para que no subiéramos esa tarde”.
El exentrenador y exfutbolista del Xerez señala que aquella tarde el equipo quería “ganar y esa era la grandeza de un equipo que no tenía suficiente con ascender, queríamos ser campeones de Liga, pero no fue fácil, porque sabíamos que el Zaragoza estaba marcando, lo que nos facilitaba el ascenso, pero al final el equipo quería más. Mantener la concentración fue complicado, así como no hablar de ascenso “.
El técnico, que a día de hoy se sigue emocionando al recordar aquella tarde, recuerda que “cuando acabó el partido me fui a la grada con mi familia y la gente que tanto ha sufrido conmigo. Fue lo primero que hice para abrazarlos”. El valenciano se quedó con una camiseta como recuerdo, aunque no fue la del partido, esa la regaló.
Manolo Ladron de Guevara ha narrado por las ondas goles importantes, como el último de Maradona con la albiceleste en un Mundial, e incluso su voz aparece, retransmitiendo un partido, en la película Mar Adentro. Delante de un micrófono ha vivido de todo, pero sin lugar a dudas tiene claro que hay dos goles que marcaron personalmente su carrera, el de Moreno, en 2009, y el de Poyatos, en 1986: “En mi carrera guardo dos momentos especiales: los ascensos del Xerez del 86 y el 2009. El resto fue solo trabajo, bonito, pero solo eso”.
Pero esa luz del ascenso se ha vuelto en sombra con el paso del tiempo. Ahora la realidad es diferente, es otra. Con el descenso deportivo merecido tras una pésima temporada, el Xerez juega estos días un importante partido en los despachos. Los jugadores van denunciando impagos (tienen hasta final de mes), Hacienda no desbloquea los derechos de retransmisión y los actuales dirigentes siguen pendientes de la resolución del litigio entre Luz Costa y Energy, otro partido que en esta ocasión se juega en Cádiz. Sin duda alguna, cualquier tiempo pasado fue mejor.