La llegada de David Vidal al banquillo del Xerez ha sido el punto de partido en el proyecto deportivo del Grupo Energy, aunque en lo institucional o extradeportivo los sevillanos aún no han dado ningún paso. La situación por la que atraviesan los trabajadores de la entidad azulina ya es límite, sobre todo en algunos casos en concreto.
Ya han sido dos las ocasiones en las que Francisco Garrido, secretario de la nueva junta directiva del Xerez, ha ido a la sede de la entidad acompañado de González Flores, para conocer de cerca el momento de los trabajadores, que acumulan de tres a cinco meses de impagos. A la plantilla se le prometió que se iba a estudiar caso a caso cada situación, aunque lo cierto es que han pasado casi dos semanas desde el desembarco de Energy y las reuniones no se producen.
Ayer mismo los trabajadores del Xerez decidieron reunirse y hablar con Ricardo Garcia, presidente del club, que vino a Jerez aprovechando la presentación oficial de David Vidal, pero no se sacó nada en claro. Los nuevos propietarios tienen en su poder las nóminas impagadas así como los contratos de todos los miembros del club, aunque la prometida reunión para aclarar cómo se van a pagar las deudas no llega, a pesar de la visita del presidente a la ciudad.
Mientras tanto, Energy va montando su estructura interna, eso sí, de manera extraoficial. Los sevillanos ya tienen comisión deportiva, que va a realizar el trabajo que hasta ahora desempeñan Miguel Ángel Rondán y Jacobo Moreno, director de comunicación y jefe de prensa, aunque en el club ya existan esos cargos. Además, se negocia con la actual marca deportiva, que también explota la tienda oficial del club, a cuyas trabajadores también se les debe algunas nóminas.
Los días pasan y, de momento, los trabajadores han decidido seguir adelante con su trabajo, aunque la paciencia tiene un límite y esperan una respuesta inmediata de Energy, que sigue estudiando que trabajadores continúan en la entidad y quienes serán despedidos, aunque siguen calculando el presupuesto para hacer la limpieza en una estructura que, según el grupo sevillano, es innecesaria una vez descendidos de la Liga de Fútbol Profesional.