En los hogares de muchos jerezanos, la cuesta de enero se queda en pañales si se le compara con la cada vez más abusiva vuelta al cole. Desde finales de agosto, los padres trabajan a un ritmo frenético para preparar todo lo necesario de cara a las aulas, y eso sin contar con el gasto que cada cual tiene que desembolsar para equipar los armarios durante el invierno. La Unión de Consumidores ha llegado a cifrar en hasta 1.000 euros lo que los progenitores pagarán por niño en los centros públicos (3.000 en los privados), siempre dependiendo de la edad, la necesidades y demás circunstancias de cada caso. Como ha desglosado Natalia Rojo, miembro del gabinete jurídico de la organización, lo más caro corresponde al material escolar en sí y a los uniformes, cifrado todo ello en unos 400 euros.
Aparte habría que incluir lo relativo al comedor, actividades extraescolares y otra serie de gastos imprevistos que alcanzarían, en el peor de los casos, el millar de euros. Como ha lamentado la experta, el agujero cada vez es mayor para unos bolsillos más apretados por año, con el inconveniente añadido de que las becas se han reducido de forma notable. Por ello, una de las recomendaciones fundamentales de la Unión de Consumidores es que las familias reciclen al máximo, y los menores vayan heredando uniformes y material escolar de sus hermanos, o de ellos mismos si no quedaron deteriorados del último curso. “Hay que reciclar material de años anteriores: cuadernos, bolígrafos, lápices… Todo lo que se pueda y no comprar por comprar. Además, hemos comprobado que se pueden ahorrar hasta un 30% si apuestan por las marcas blancas”.
Rojo ha hecho especial hincapié en este punto, explicando que algunos establecimiento suelen ofrecer siempre las marcas más conocidas, junto con otras de creación propia y mucho más económicas. Ello posibilita, por ejemplo, que un solo tarro de pegamento cueste 3 euros frente a un paquete de 3,30 que incluye 5 botes, o que una caja de 27 lápices se venda a 1 euro menos que otra de idéntico contenido. Para concluir con los consejos, desde la organización recomiendan que los padres adquieran la mercancía en tiendas especializadas como papelerías o centros comerciales, evitando los bazares en los que se puede llegar a comprar material escolar de menor calidad.
UN PROBLEMA PARA LA ECONOMÍA FAMILIAR
Los progenitores consultados por Reporteros Jerez han coincidido en calificar de “excesivo” el gasto que supone la escolarización de los hijos, llamando especialmente la atención el caso de los más pequeños, que suponen un desembolso casi tan abultado como el resto. Así lo considera Olga López, que calcula que gastará unos 1.000 euros entre sus dos hijos, una niña y un niño de 4 y 2 años de edad, respectivamente. “Yo he ido a lo básico -confiesa-, y si lo sumamos a la ropa de invierno que tengo que comprarles la verdad es que me parece una pasada. No quiero ni pensar en lo que gastarán cuando sean mayores”. En la misma línea se ha expresado Cristina Moreno, explicando que en su caso llega a los 700 euros solo con su hija mayor, de 7 años, en lo referente a material y uniforme sin incluir comedor y actividades extraescolares. Si se tiene en cuenta la situación de muchas familias, se trata de un desembolso que a duras penas podrán soportar la mayoría de los hogares españoles.
Es excesivo lo que están afirmando.Los libros en primaria son gratis, material escolar se pide lo mínimo (lápices, bolígrafos, cuadernos…) Los diccionarios, reglas, compás, y otro tipo de material, sirven para varios cursos.
En cuanto a la ropa, la tendrán que comprar independientemente de si el niño está escolarizado o no. El comedor se paga mensualmente y no todo el alumnado asiste a él, etc.
Así que este tipo de afirmaciones me parecen demagógicas, seguro que se han gastado más en las vacaciones de los niños.