Ya ha sentencia. El jurado del ‘crimen del botellódromo’, que se ha venido juzgando desde el lunes en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, ha declarado culpable de un delito de homicidio a J.D.R., acusado de propinar las cuatro puñaladas al menor Jairo Gómez en una pelea en julio de 2012 ocasionándole la muerte. Asimismo, ha absuelto a F.M.R., procesado también por un presunto delito de asesinato como “cooperador necesario”.
Según ha informado a Europa Press el letrado de la acusación particular, Alfredo Velloso, en su veredicto los miembros del jurado –que se retiraron a deliberar el pasado jueves– han aplicado las dos circunstancias atenuantes de “legítima defensa” y “miedo insuperable” solicitadas por la defensa de J.D.R. En este sentido, ha explicado que estas circunstancias suponen una reducción de la condena por homicidio –tipificada en el Código Penal en diez años– de hasta “un grado”, situándose entre los cinco y los siete años y medio de cárcel. Estos términos tendrán que ser precisados por el juez en la sentencia, por lo que tanto Fiscalía como acusación particular han pedido que se aplique la condena “máxima” que permite la ley.
En su fallo, el juez también tendrá que precisar el montante que tendrá que pagar el condenado en concepto de responsabilidad civil después de que Fiscalía y acusación particular hayan solicitado, respectivamente, 150.000 y 200.000 euros, y si esta cuantía la tiene que pagar únicamente el condenado o junto con el Ayuntamiento de Jerez, al ocurrir los hechos en un recinto habilitado por la Administración local para beber alcohol.