La Unidad de Caballería del Cuerpo Nacional de Policía, con base en Sevilla y que estos días presta servicio de refuerzo de la seguridad en el interior del Parque González Hontoria y sus alrededores, ha localizado en el interior del recinto ferial una arqueta del sistema del tendido eléctrico que, por una “avería fortuita”, producía descargas eléctricas a los caballos que paseaban cerca de la misma, llegando uno de los equinos a caer al suelo debido a la descarga que recibió.

Los agentes recibieron esta información del resto de jinetes y emprendieron la búsqueda del origen del problema, resultando ser originado en una de las arquetas de una empresa de suministro eléctrico que, debido a una avería, producía que los caballos que discurrían muy cercanos a la misma recibieran una sacudida eléctrica.

Los policías nacionales contaron con la colaboración de los agentes de la Policía Local de Jerez para acotar y señalizar la zona, dando aviso a la empresa responsable de la instalación para que desplazara de inmediato personal técnico para proceder al arreglo de la instalación.

Los vecinos de Vistalegre y San Telmo no ganan para sustos. Después de denunciar el reiterado robo de cables que ha dejado sin luz muchas calles de la barriada, ahora se tienen que enfrentar -y encima, en la oscuridad- a la ausencia de las tapas de las pocetas, lo que supone un evidente peligro para los viandantes.

Una quincena de tapas de arquetas falta ya en la calle Diego de Riaño y en la avenida de la Unión Europea. “Y el Ayuntamiento no es que no las reponga, sino que no viene siquiera a señalizar los boquetes para evitar peligros”, lamenta un vecino de la zona, Óscar Cosano. Por eso, este jerezano advierte a otros barrios de la ciudad que ya están sufriendo apagones por el robo de cables de cobre porque el siguiente objetivo son las pocetas: “Si las llevan enteras a las chatarrerías, con el escudo del Ayuntamiento, no se las compran. Pero rotas sí”.

Esta misma semana, el delegado de Presidencia y primer teniente de alcalde, Antonio Saldaña, ha explicado que solo el año pasado se repusieron “hasta 40 kilómetros de cable” que habían sido robados. Se da la circunstancia, además, que la ciudad está en pleno proceso de cambio de empresa concesionaria del alumbrado, lo que ralentiza aún más la resolución del problema. “Tenemos que estudiar la disponbilidad presupuestaria que tenemos para reponer lo robado antes de que entre la nueva empresa”, ha asegurado. La semana próxima, según el responsable municipal, habrá noticias al respecto.

Tapas de farolas y de contadores de agua

Además de los cables subterráneos, los ladrones fuerzan las tapas de las farolas dejando la calamina dispuesta para provocar cortes al que se acerque demasiado. “Pagamos por tener un alumbrado que no tenemos y no nos lo descuentan del recibo”, reclama Cosano. Los cacos han diversificado sus objetivos y ahora están desapareciendo también las tapas de los contadores de agua, que son de hierro.

Un vecino fue quien dio la voz de alerta, y gracias a ello la Policía pilló ‘in fraganti’ a tres individuos desmontando una arqueta para robar cableado de cobre. Los hechos ocurrieron el pasado domingo al filo de las 23.30 horas, cuando un residente de Vistalegre observó a los tres sujetos cometiendo esta acción y llamó a los agentes, que se presentaron tan deprisa que lograron capturarlos. Como han informado a este medio fuentes del caso, se da la circunstancia de que el mismo denunciante vio a tres hombres días atrás robando también cables de cobre, y el domingo identificó a los individuos como los mismos de la vez anterior.

Según la Policía, este tipo de delitos se está multiplicando a pasos agigantados debido a las altas cantidades que se pagan por la venta de este material, que está teniendo consecuencias funestas para muchos vecinos de la zona sur. Como publicara la pasada semana Reporteros Jerez, los mismos ciudadanos denunciaron que una oleada de robos ha provocado que haya calles como Tío Juane o la Cuesta de San Telmo que lleven un mes y medio sin luz.

El modus operandi que utilizan los cacos es el de romper las arquetas y desconectar los lineales durante la noche, para al día siguiente ir extrayendo el cableado. Los agentes han intensificado los controles para evitar este tipo de actividad, que hasta ahora se había centrado en la zona rural, áreas de la periferia y polígonos industriales como el de El Portal.