Arranca este proyecto de Cáritas que, más allá de tener una finalidad tan sólo asistencialista, pretende promocionar y dar formación a las personas usuarias. Podrán, por un lado, satisfacer sus necesidades de alimentación y, por otro, aprender y participar en la preparación y elaboración de dichos platos, con el fin de desarrollar sus capacidades y abrirse las puertas hacia el mercado laboral.

En enero de 2011 comenzó a gestarse esta iniciativa, que este viernes, tras dos años y medio aproximadamente, se puso en marcha. Ha sido un duro trabajo, como así decía el Padre Marcelino Sánchez, párroco de Madre de Dios, pero ha merecido la pena. Asimismo, explicaba la razón del nombre de esta cocina, ya que “los propios beneficiarios serán los que elaboren y participen en la preparación de esos alimentos”.

En este acto también estuvieron presentes Félix Saborido, responsable de Cáritas de Madre de Dios, y Juan Carlos Mateos, miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Yedra y también responsable de acción social de dicha Cáritas, así como Manuela Trullén, coordinadora de este proyecto. Ella mostró su alegría e ilusión por la puesta en marcha de esta cocina y quiso hacer hincapié en que más allá de satisfacer las necesidades alimenticias, con este proyecto “Cáritas busca la promoción y desarrollo de la persona, que reciban formación y que, de cara al futuro, abran sus puertas al mercado laboral”. También tuvo palabras de agradecimiento para todos los que han colaborado en este proyecto, tanto instituciones como voluntarios.

Por su parte, Isabel Paredes, delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento de Jerez, afirmó que “es importante la puesta en marcha de estos proyectos, ya que, en tiempos de dificultad todos debemos ayudar a los que lo necesitan”.

La Hermandad de la Yedra, que ha financiado la puesta en marcha de esta iniciativa, asumiéndola como proyecto social con motivo de la coronación de su titular,  el hermano mayor, Idelfonso Roldán, afirmó que “ojalá este proyecto sirva para dar esperanza a todos los que lo necesitan y que tras haber realizado todos este esfuerzo se pueda ayudar a muchas personas”. Agradeció a todos los hermanos y voluntarios el trabajo que están realizando en dicho proyecto.

Como colofón, Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez,  destacó que “es un proyecto de promoción, en el que las personas beneficiarias van a desarrollar todas sus capacidades” y ha añadido que “ellos harán el esfuerzo y recibirán sus frutos, nosotros tan solo ponemos en marcha este proyecto por la fe que nos mueve y les damos las herramientas”.

La alcaldesa, María José García-Pelayo, acompañada de la delegada de Bienestar Social, Igualdad y Salud, Isabel Paredes, y el delegado de Participación y Coordinación de Distritos, José Galvín, ha firmado con el director de Cáritas Diocesana de Jerez, Francisco Domouso, el hermano mayor de la Hermandad de La Yedra, Idelfonso Roldán, y el párroco de la Parroquia de Madre de Dios, Marcelino Sánchez, un convenio de colaboración para la puesta en marcha del proyecto de cocina autogestionada ‘Cocina para todos Esperanza de La Yedra’, destinado a familias en situación de dificultad del barrio de Madre de Dios.

La alcaldesa, tras felicitar a los promotores del proyecto, ha valorado positivamente la colaboración entre Ayuntamiento y Cáritas, a la Hermandad de la Yedra y a la Parroquia de Madre de Dios, y ha destacado la importancia de este proyecto social “porque no es meramente asistencial sino que aborda aspectos formativos en hábitos alimenticios, algo que es básico”. García-Pelayo también ha subrayado que se trata de un proyecto donde se apuesta por la dignificación en la atención de estas personas usuarias de recursos sociales.

Isabel Paredes ha recordado que el proyecto es muy novedoso porque rompe la carencia generacional de falta de hábitos saludables. “Nos encontramos con usuarios que tienen esta carencia, por eso es preciso adoptar medidas y mecanismo que promuevan hábitos de vida saludable”. La familias aprenderán no sólo a cocinar sino también a “cómo debemos alimentarnos porque vemos familias con niños con una obesidad alarmante”, ha enfatizado la delegada. Este recurso forma parte del trabajo en red y es una de las medidas del Plan Estratégico que dará respuesta y soluciones a nuevas necesidades de problemas que pasan de generación y que no permiten romper la cadena de exclusión, “vamos a proponer de los Servicios Sociales a Cáritas de Madre de Dios y la Hermandad de la Yedra para que la familias que necesiten este tipo de recurso puedan ser atendidas”, ha enfatizado.

Por su parte, Francisco Domouso ha señalado que el proyecto aboga por la promoción de las personas en general “porque se crean pautas de conducta, de higiene, y de aprender cocinar”.

EL PROYECTO

El Ayuntamiento colabora en este proyecto social mediante la puesta a disposición de la hermandad de tres salas de un local municipal, semisótano de 128,52 metros cuadrados, por espacio de cinco años, sito en un edificio de la calle Tío Juane, asimismo desde el Consistorio se prestará apoyo jurídico-técnico para la puesta en marcha del servicio.

Esta cocina autogestionada está llamada a convertirse, como proyecto social que es, en un espacio común donde las personas usuarias podrán elaborar sus propias comidas con el objeto de mejorar la calidad de vida. De este modo se va a fomentar el uso hábitos de alimentación saludables a la vez que se aboga por respetar los gustos, tolerancias alimenticias y la cultura gastronómica de las personas participantes, y así acabar con los hábitos no saludables. El funcionamientos de esta cocina autogestionada permitirá el desarrollo de habilidades, destrezas en la preparación y consumo de alimentos saludables ya que será un espacio de encuentro que conduzca a la promoción personal y a la participación social.

Sin duda, la cooperación y el trabajo en equipo de las familias participantes en el proyecto facilitarán la puesta en marcha de soluciones conjuntas a problemas comunes. Por ello un objetivo esencial de este proyecto social es la promoción de la integración y las relaciones personales entre las familias participantes en el proyecto sin distinción de procedencia, cultura, raza y religión, y la creación de redes de apoyo entre las personas  usuarias.