Decidir es la Utopía, el Dorado perseguido por mujeres y hombres de todas las latitudes a lo largo de la historia de la Humanidad. El término decidir, etimológicamente “separar cortando”, tiene una carga de profundo sufrimiento porque no es una elección; se trata de una selección frecuentemente binaria, que obliga a tomar una determinación frente a situaciones que dependen de una voluntad unipersonal.
Voluntad que en la mujer ha estado secuestrada cultural, social y políticamente en una sociedad patriarcal, proveniente de Mesopotamia -siglo IV a.C.– y que ha invisibilizado a la mujer y, por tanto, ha impedido conocer su manera de sentir, pensar, luchar, vivir… Situación reflejada en los Derechos Humanos, en el lenguaje, ideas, costumbres, hábitos… y que ha ubicado a la mujer, en la sociedad, como un ser inferior, sumisa y dependiente.
El feminismo desafía al patriarcado exigiendo para la mujer el derecho al trabajo remunerado, el acceso al poder, a la propiedad de la tierra. A una vida sexual y reproductiva plena, sana y libre. A conservar y controlar sus ingresos. A ser tratada en las mismas condiciones de igualdad y oportunidad que los hombres, teniendo en cuenta las condiciones y especificidades de la mujer. Pero la realidad es tozuda y los hechos demuestran que a pesar de los logros conseguidos en organismos internacionales, la igualdad sigue siendo una quimera para muchas mujeres del mundo.
Urge legislar en el ámbito penal, civil y administrativo sin prejuicios sexistas y como respuesta a las diversas realidades sociales de los diferentes países, para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer en todas sus formas.
Ser mujer hoy no es una tarea fácil, constituye un gran desafío, una continua lucha por el pleno reconocimiento y vigencia de los derechos conquistados.
Hemos tenido que superar con valentía, paciencia e inteligencia, infinidad de obstáculos. Tenemos que seguir la lucha por nuestra visibilidad total en la sociedad. Con voz y con voto en todas aquellas instancias de deliberación que interfieran en las condiciones de vida de hombres y mujeres.
Tenemos que romper cadenas. Porque creemos que DECIDIR es una manifestación de libertad, un grupo de mujeres de diferentes credos, condiciones y procedencias, hemos constituido la Plataforma Derecho a Decidir. Una Plataforma que trasciende fronteras ideológicas y se construye en base a razonamientos de libertad, dignidad, respeto a la autonomía moral y a la decisión personal de la Mujer.
La Plataforma Derecho a Decidir es consciente de que si algunas mujeres pudieran ELEGIR no llegarían a DECIDIR en determinadas situaciones. La Plataforma no preconiza ni apoya alternativa alguna. No obstante quiere dejar claro que se manifiesta contra toda Legislación de carácter regresivo y punible. En definitiva, la Plataforma Derecho a Decidir es sencillamente un Foro de Libertad.
Mª Ángeles Gómez. Coordinadora de Educación y Cultura de Foro Ciudadano de Jerez