Las consecuencias del temporal comienzan a hacerse notar en el casco urbano. Tras los dos derrumbes sufridos en viviendas antiguas y con las miras puestas en la zona rural, ha sido un colegio de Primaria el que ha sufrido inundaciones que han obligado a la dirección a cerrar dos aulas de Infantil. Así lo han confirmado algunos de los padres afectados a este medio, mostrando su indignación por las precarias condiciones en las que el alumnado se está viendo obligado a recibir sus clases. A primera hora de la mañana, el profesorado ha comprobado cómo en las dos aulas se ha flitrado agua desde el techo empapando las paredes y el cableado eléctrico, lo que las ha convertido en inhabitables. Es por eso que el director ha tomado la determinación de cerrarlas y reubicar a los menores.
En uno de los casos, una clase de 5 años ha abandonado su aula para ocupar la biblioteca dejando espacio a los más pequeños, mientras que el resto se ha instalado en el comedor. A juicio de los progenitores, esta solución es del todo inapropiada puesto que el citado recinto carece de pizarras y material escolar general, por lo que se preguntan qué podrán hacer los niños durante tantas horas allí metidos. Y es que el problema se prevé largo, ya que como explican tendrán que acudir unos técnicos al centro para evaluar los daños y determinar si existe un peligro para los alumnos. Además, temen que si las lluvias continúan el riesgo se extienda a todo el centro educativo, como ya ha ocurrido en el colegio El Santiscal de Arcos, donde se han suspendido las clases ante las inundaciones que se prevén en los alrededores.