La falta de trabajo y de ingresos en las familias a causa de la crisis sigue haciendo estragos en la ciudad y en todo el país, una situación que se está convirtiendo en crónica para parte de la población, según explican desde Cáritas Diocesana. Según el informe del Observatorio de la Realidad Social de la organización a nivel nacional, casi un tercio de las personas atendidas en Cáritas llevan tres años o más recibiendo ayuda, lo que indica que su delicado estado se está alargando en el tiempo.