Profesores, familias y alumnos del colegio García Lorca han vivido hoy un momento muy especial: la reinuaguración del elevador que tenían parado desde hace tres años por falta de mantenimiento. Por fin, la alumna Pilar López podrá dejar de subir las escaleras acompañada por sus padres para evitar caerse y agravar el problema de espalda que la obliga a llevar un corsé. Ella, junto al director del colegio, Javier Cordero; y el delegado de Otis en Jerez, Alberto Rubio, han hecho el primer viaje en el elevador con una amplia sonrisa en la cara.

Al acto no le faltado siquiera el detalle del corte de la cinta y los aplausos. El problema se solucionó ayer, cuando operarios de la empresa Otis estuvieron trabajando en el aparato durante varias horas hasta dejarlo en perfecto estado para funcionar. La compañía ha realizado la tarea y se ha ofrecido a acudir ante cualquier avería de forma totalmente desinteresada, hasta que el Ayuntamiento tome por fin cartas en el asunto: “Nos enteramos a través de Reporteros Jerez que había dos niños en este colegio que necesitaban el elevador y que nadie se hacía cargo de la situación. En Otis lo valoramos y decidimos que no podíamos dejar pasar esta acción solidaria”, asegura Alberto Rubio, delegado de la empresa, que quiso agradecer el trabajo del supervisor y del técnico que revisó el dispositivo. “Había que solucionarlo ya. Si luego dan el contrato a otra empresa, que se lo lleve, nosotros solo lo hemos hecho por los niños”. asegura. El arreglo, además, no suponía una inversión nada elevada por lo que aún es menos comprensible la dejadez a la que ha sido sometido el centro.

“Es una pena que los padres hayan tenido que recoger firmas y acudir a los medios de comunicación porque no nos hacían caso”, lamenta Javier Cordero, que apuntó que “los políticos tenían que ser más sensibles ante estas necesidades”. “Es triste -continuó el responsable- que hayamos tenido que reinaugurar un elevador en pleno siglo XXI pero gracias a esto hemos encontrado a una persona tan solidaria como Alberto Rubio y la empresa Otis. Es nuestro Rey Mago”, asegura repitiendo una vez más el agradecimiento.

La madre de la alumna que ha reestrenado el elevador en presencia de sus compañeros de 5ºB, Pilar de los Ríos, también ha mostrado su satisfacción y ha reprochado al Ayuntamiento su actitud: “¿Estaban esperando a que ocurriera una desgracia para solucionar el problema?”, se pregunta.

El sueño del colegio García Lorca se ha hecho realidad. Hoy, tras tres años paralizado por falta de mantenimiento, el elevador del centro escolar está ya arreglado y preparado para cumplir su cometido: evitar que dos alumnos no suban las escaleras como tienen aconsejado por prescripción médica.

Todo empezó cuando Reporteros Jerez publica en su web la denuncia de las familias y la intención de la asociación de madres y padres del centro escolar de iniciar una recogida de firmas para que, de una vez por todas, las administraciones se hicieran cargo del mantenimiento del aparato. En un primero momento, tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento aseguraron que no se trataba de su competencia. Dos días más tarde, la delegada de Educación, Lidia Menacho, anunciaba que el Consistorio correría con los gastos del mantenimiento por el bien de los niños a pesar de que, insistía, no se trataba de responsabilidad suya. El AMPA acudió al Ayuntamiento, donde les explicaron que la contratación del mantenimiento llevaba sus trámites y, por tanto, su tiempo.

Mientras tanto, el delegado de OTIS, Alberto Rubio, se puso en contacto con el colegio a través de este medio de comunicación y una semana después, el elevador está listo para funcionar. “Han estado trabajando desde las nueve de la mañana hasta las 13.30 horas porque el elevador estaba en bastantes malas condiciones después de tanto tiempo”, explica el director del centro, Javier Cordero. “Se lo agradecemos muchísimo a esta persona y a OTIS, que lo han hecho de forma totalmente desinteresada, pensando solo en los niños. Esto no suele ocurrir en estos tiempos”.

La madre de una de las alumnas que necesita el elevador, Pilar de los Ríos, ha mostrado su satisfacción: “Estoy muy contenta. Ya no tendremos que preocuparnos más por si mi hija se cae por las escaleras”.