El Encuentro Nacional de Hermandades y Cofradías se recuerda en Jerez como un acto único, que en el 2005 hizo de nuestra ciudad el centro de la Semana Santa española. Fue un encuentro ganado a pulso en Ávila, con una alocución brillante del por entonces obispo de la ciudad, monseñor Del Río, que, junto con el trabajo realizado por el equipo de Fernando Fernández-Gao y el apoyo de numerosos hermanos mayores, consiguieron traer a nuestra ciudad un encuentro que será recordado por muchos cofrades gracias a actos como el piadoso con el Santo Crucifijo en San Miguel, o la procesión de clausura con el Prendimiento, el Cristo de la Expiración y el Descendimiento como misterios, y con la Esperanza de la Yedra, la Piedad y el Desconsuelo como palios.
Hoy, este congreso ha perdido atractivos para muchos cofrades, pero se sigue celebrando, y con éxito, como muestran estas imágenes cedidas por el Delegado Diocesano, Joaquín Perea, que está en Burgos, sede este año del Encuentro, representando a la diócesis de Asidonia-Jerez.