Ellos mismos aseguran que en los tiempos que corren su profesión es de las más estresantes. Son decenas de trabajadores los que a diario se sientan en las oficinas de empleo para tramitar las prestaciones y demás consultas que requieran las personas que engrosan las listas del paro, que en muchas ocasiones acaban contando sus problemas más personales a aquellos que se encuentran tras el mostrador. Su labor no está especialmente bien pagada, como ellos reconocen, pero lo que lamentan ahora es que su propia integridad física llegue a correr peligro ante el incremento de situaciones conflictivas que se suceden en las oficinas y la falta de seguridad que ello conlleva.
Como han explicado algunos perjudicados a este medio, desde que el antiguo INEM se disgregara en el SAE (dependiendo de la Junta) y SEPE (del Gobierno central), las oficinas han pasado a tener un único guarda de seguridad que paga la administración autonómica. Por ello, esta persona se sitúa en exclusiva en la puerta que da acceso a los profesionales del SAE, quedando desprotegido el resto del recinto. “Con la horrible situación de crisis que estamos viviendo, la gente está muy irritada como es lógico y se han disparado los conflictos. Nosotros somos los que tenemos que decirle al ciudadano que se ha quedado sin prestaciones y que no se le pagará nada, y eso es muy duro. Es un trabajo que implica responsabilidad y empatía”.
El caso es que las reacciones de los afectados son dispares, y se han dado casos de agresiones en las que un usuario ha llegado a amenazar con arrojar una silla a un trabajador o ha estampado el ratón en la cara de otro. En solo unos meses, los jueces han dictado tres sentencias condenatorias relacionadas con ataques de este tipo y amenazas a empleados jerezanos; actualmente, un caso se está instruyendo incluso por la vía penal como consecuencia de una agresión que sufrió un profesional a las puertas de su trabajo y por lo que ha llegado a estar de baja médica. “El ambiente de crispación es continuo, y nos insultan y amenazan cada vez con más frecuencia. El otro día, sin ir más lejos, un señor nos dijo que nos iba a rajar. Necesitamos protección y lo único que nos responden es que no hay dinero”.
Los afectados subrayan que han remitido varios escritos a la administración solicitando esta dotación, pero todos ellos han caído en saco roto, por lo que no saben ya a quién acudir. En la actualidad, en una ciudad como Jerez que supera el 30% de paro los trabajadores de Empleo llegan a recibir a más de 200 personas a diario; lo que temen es que la situación vaya a mayores y termine ocurriendo “algo gordo que lamentemos todos”
Como siempre, hasta que no ocurra algo grave no actuará la administración. Mientras a aguantar lo que te caiga y rezar para que no pase nada. Y lo dice una persona que no trabaja en el INEM
Lo que hay que tener en cuenta que los trabajadores no son los responsables de la crisis, y ahora todo se enfoca al empleado público, que cada vez ve más mermada su situación, con menos dotación, menos salario, más presión por parte de la administración y por parte de los usuarios, ¿Quién los defiende y los protege?